José Manuel Velasco Toro*

• El camino de México, más que una reflexión autobiográfica
• Proyecto de justicia social y seguridad para el bienestar total
• Ebrard sabe cómo actuar, qué quiere y cómo debe avanzar
• Movilidad social transversal para impulsar las clases medias
• Potencial estadista que sabe consolidar las transformaciones
• Tiene la certidumbre de lo que se debe hacer y cómo hacerlo
• Abatir el origen de desigualdad material, cultural y espiritual
•  “El Camino es hacia la presidencia, enhorabuena Marcelo” 

El Camino de México es un libro promisorio que posee cuatro elementos esenciales que lo ubican más allá de la reflexión autobiográfica. Primero muestra, mediante una narrativa transparente de su autor, Marcelo Ebrard, la armonía emocional e intelectual resultado de la cálida educación familiar que le brindó capacidad de auto reconocerse, cultivar el sentido ético y visualizar la vida por encima de la mediocridad. Segundo, su experiencia de vida en contacto con la compleja y múltiple realidad que le permitió potenciar empatía social, descubrir su cualidad humanística ante la injusticia y reconocer su talento político que potenció al enfrentar y resolver situaciones problemáticas buscando, siempre, la mejor solución posible en las coyunturas pertinentes. Tercero, el convencimiento de que todo hacer político debe combinar conocimiento del ayer, ponderación informada del hoy y visión de futuro hacia el cual se quiere avanzar. Cuarto, el saber construir bases sólidas para lograr, mediante el trabajo concertado y justicia social imbuida por los derechos humanos totales, el desarrollo económico equitativo y seguridad para la paz y bienestar nacional. 

A lo largo de las páginas que integran su libro, escritas con sencillez para establecer comunicación con el interlocutor, refleja la esencia de su cualidad humanística, al mostrar que sabe cómo actuar, qué quiere y cómo plantea avanzar para continuar con la transformación hacia un México promisorio, por lo que tiene voluntad de moverse para lograr ser presidente.

 De la amena lectura de su manifiesto extraigo lo siguiente: ¿Cuál es el objetivo que persigue? Para él, como para los mexicanos, el “imperativo categórico” es “acelerar el desarrollo de México, establecer condiciones de seguridad para todos, superar la pobreza acelerando la movilidad social para impulsar un cambio que asegure mejor educación, bienestar social y trabajo bien remunerado, y hacer crecer el bienestar, ensanchar nuestra clase media hasta llegar al punto en el que dejemos de tener la extendida pobreza que nos caracteriza”. Un objetivo que se sustenta en los principios del humanismo mexicano que implica respeto, ampliación de la libertad y garantía de los derechos humanos. En pocas palabras, que México supere su condición de subdesarrollo para colocarse en el concierto de nación desarrollada.

¿En qué consiste su proyecto? A partir de lo logrado, consolidación y ulterior desarrollo, Marcelo Ebrard plantea acelerar la movilidad social ascendente transversal para impulsar el acrecentamiento de clases medias en la población.

¿Por qué esta propuesta es tan importante en la política de izquierdas? Su importancia radica, sencillamente, en el cambio de la morfología social y, nos dice, “llevamos décadas siendo un país de baja/nula movilidad social”, por tanto, la premisa que sustenta es “recuperar el sentido del cambio y de la seguridad de mejora a través del trabajo bien remunerado”. Para lograrlo es necesario abatir el origen de las desigualdades que no son solo materiales, sino también culturales y espirituales, pues nos sumen en actitudes de irresponsabilidad, derrotismo, indiferencia y victimismo, actitudes negativas que urge superar para situarnos, nos anima Ebrard, en el derrotero que conduce al destino de la grandeza.

¿Cuál es la estrategia? Su pericia política y amplio conocimiento de los escenarios nacionales e internacionales, lo posiciona como potencial estadista que sabe cómo consolidar las positivas transformaciones y qué hacer para impulsar los necesarios cambios que permitan posicionar a México en el escenario del conjunto internacional. Seis son los elementos articuladores de su proyecto que los describe entre los capítulos 22 y 24: 1) Aprovechar la coyuntura que brinda la oportunidad abierta por la retracción de la globalización provocada por la pandemia del SARS-CoV-2, cuya alteración puso al descubierto los elementos débiles de la economía global en el entretejido oculto de dependencias hegemónicas, lo que ha suscitado el retorno a la búsqueda de economías regionales e impulso autónomo a la economía de datos, situación que es favorable a México si se sabe atraer inversiones en áreas de frontera, aprovechando el marco geopolítico del T-MEC que fue negociado con mayor flexibilidad para México. 2) Invertir en educación, más y organizadamente sobre todo en media superior y superior, considera, y coincido plenamente, pues es vital para generar una “onda expansiva” que mejore la productividad la que, a su vez, garantizaría elevar salarios y sentar base económica para la expansión de las clases medias. 3) Atender plenamente el derecho a la salud gratuita y de calidad, lo que incluye retomar el sistema de cuidados mediante guarderías esenciales en una sociedad abierta a la actividad laboral femenina. 4) Justicia, prevalencia del estado de derecho y combate a la delincuencia a la par de “recuperar espacios territoriales y contener la expansión de poderes paralelos en regiones y localidades”, urgente. 5) Terminar con la pobreza extrema que es no solo un imperativo ético, sino la piedra angular para lograr el desarrollo integral y equitativo con justicia. 6) “Alcanzar una sociedad con igualdad de género y plena libertad”. En suma: “Economía, movilidad social, seguridad, educación y salud”, son los nodos prioritarios en su propuesta para un México desarrollado con calidad de vida y cuidado del medio ambiente. 

¿Cuál es el valor de su proyecto? En que no es un proyecto personal, sino un proyecto compartido cuya savia brota del grito de justicia social y seguridad para el bienestar de todas y todos los que queremos un México desarrollado en el que prive la cultura del respeto, la justicia y la paz, la equidad en todo sentido, la paridad e igualdad de condiciones laborales, culturales, educativas, sociales y políticas, pero, sobre todo, donde sea desterrada la mediocridad del conformismo.

¿Qué hace falta en el proyecto? Hay aspectos esenciales que no se pueden soslayar en un proyecto de desarrollo nacional, señalo algunos: apoyo e impulso a la investigación científica e innovación tecnológica, relanzamiento de la política cultural y fomento del arte, fortalecimiento de la autonomía universitaria a la par de crear un ambiente de concertación para relanzar la educación superior, la producción alimentaria que enfrenta múltiples problemas estructurales y naturales, el derecho de acceso al agua cuya crisis amenaza convertirse en foco de conflicto social y el compromiso histórico que aún se tiene para con los pueblos originarios de lograr pleno desarrollo en su autonomía e interculturalidad en armonía respecto al desarrollo nacional.

En su libro, Marcelo Ebrard muestra quién es, cómo es, cómo a actuado en su vida personal y política. Deja claro que es conocido por sus méritos y compromiso social, responsabilidad ante y para la solución de los problemas, pero, sobre todo, saber ser agradecido con quienes le han aportado sabiduría, oportunidad política y amistad sincera. Por eso, El camino de México abre con “Su ayer”, cuyo primer capítulo rinde un emocionado homenaje a su abuela “feminista y vasconcelista”, artífice en el cultivo de su altura moral, la autoestima que le motiva a superar la adversidad y constancia en la vida. Adelante reconoce a Manuel Camacho Solís, maestro y amigo del que aprendió el arte del ejercicio público comprometido con la sociedad, la importancia del trabajo en equipo para la consecución de un fin, la reafirmación moral de defender los principios en los que se cree y la relevancia de la negociación para la concertación de acuerdos conducentes a la superación de las diferencias que obstaculizan el avance hacia la solución y mejora de las situaciones vividas. Por ello, y concluyo con palabras del propio Marcelo Ebrard: “Aprendo cada día. Tengo la certidumbre de que sé qué debemos hacer y cómo hacerlo. Tuve el privilegio de participar en la Cuarta Transformación, estoy convencido que puedo conducirla a su etapa de consolidación y fortalecimiento.

Por eso estoy aquí y he decidido participar”.

El Camino es hacia la presidencia, enhorabuena. 

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* (Texto del mensaje del Dr. José Manuel Velasco Toro, en la presentación del libro ‘El camino de México’, de Marcelo Ebrard, en el Teatro de la Reforma, del puerto de Veracruz, el 30 d abril de 2023)

En portada: Marcelo Ebrard, en Veracruz. Atrás: José M. Velasco, alcaldesa Patricia Lobeira y Mónica Robles.