Juan Carlos Sánchez Magallán
Los sismos son fenómenos naturales que ocurren cuando se libera energía acumulada en las placas tectónicas que conforman la superficie de la Tierra. México es un país con alta actividad sísmica debido a que se encuentra en el límite de cinco placas: la Norteamericana, la de Cocos, la del Pacífico, la de Rivera y la del Caribe. A lo largo de su historia, México ha sufrido varios sismos que han causado daños materiales y humanos, así como cambios sociales y culturales.
A diferencia de los sismos políticos que han provocado cambios, crisis o movimientos sociales en el país. Algunos ejemplos: El sismo de 1985, que causó una gran tragedia humana y material en la Ciudad de México y otras zonas del país, que desnudó la corrupción del gobierno de Miguel de la Madrid para atender a la población afectada. Este sismo generó una gran movilización y organización ciudadana, así como una mayor exigencia de democracia y transparencia.
El sismo de 1994, que refiere al asesinato del candidato presidencial del PRI, Luis Donaldo Colosio, en Lomas Taurinas, Tijuana. Este hecho conmocionó al país y la estabilidad política y la transición democrática provocando el surgimiento de nuevos actores políticos, como el EZLN y el PRD.
El sismo de 2000 con el triunfo electoral de Vicente Fox, candidato del PAN, sobre Francisco Labastida, candidato del PRI, en las elecciones presidenciales del 2 de julio de este año, dando paso al fin de 71 años de hegemonía del PRI en el gobierno federal y el inicio de una alternativa política que prometía una mayor pluralidad y equilibrio entre los poderes públicos. Sin embargo, este sismo también reveló las limitaciones y los obstáculos para consolidar una verdadera democracia en México.
El sismo de 2006, que se refiere al conflicto poselectoral que se desató tras las elecciones presidenciales del 2 de julio de ese año, en las que Felipe Calderón, candidato del PAN, obtuvo una ventaja mínima sobre Andrés Manuel López Obrador, candidato del PRD. Este hecho generó una profunda polarización social y política, así como una crisis de legitimidad y credibilidad en las instituciones electorales. Este sismo también dio lugar a una fuerte resistencia y movilización por parte del movimiento lopezobradorista, que desconoció el resultado oficial y se autoproclamó gobierno legítimo.
El sismo de 2017, del 19 de septiembre, que tuvo una magnitud de 7.1 y afectó principalmente a la Ciudad de México y otros estados del centro del país, causando más de 300 muertes y miles de damnificados. Este sismo ocurrió justo cuando el país se preparaba para las elecciones presidenciales de 2018 y evidenció nuevamente la falta de respuesta adecuada por parte del gobierno, así como la corrupción y la impunidad en la construcción y supervisión de edificios. Este sismo también despertó una gran solidaridad y participación ciudadana, así como una mayor demanda de cambio político.
En 2023, la posible salida de Marcelo Ebrard de Morena ha provocado un sismo político en el país, ya que se trata de uno de los principales aspirantes a la Presidencia en 2024 y uno de los más cercanos colaboradores del presidente López Obrador. Ebrard denunció irregularidades y falta de transparencia en el proceso interno de Morena, congruente con los afanes de 15 millones de sus seguidores inició su propio movimiento político, llamado El camino de México, que decidirá en los próximos días si se mantiene o no en Morena. Esta situación ha generado incertidumbre y división en el partido gobernante, pues Ebrard es una opción viable y diferente para ser el próximo gobernante de México, por su trayectoria política amplia y diversa que abarca desde cargos locales hasta internacionales. Además, de ser un político con visión de futuro, capaz de enfrentar los retos del siglo XXI, para impulsar los cambios que requiere el país y todos los mexicanos. ¿O no, estimado lector?
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