
Ciudad de México, 03 de enero de 2024.- Los gorgojos que durante largo tiempo se han considerado una plaga por alimentarse de semillas como frijol y maíz, ahora son utilizados por investigadores del Instituto de Ingeniería (II) de la UNAM para examinar bolsas de plástico y saber si son biodegradables.
La investigadora Neftalí Rojas Valencia dirige el equipo que ha desarrollado una técnica novedosa, rápida y de bajo costo para analizar si los productos que hay en el mercado son biodegradables o compostables. Ese procedimiento no requiere equipos sofisticados, ni personal especializado o reactivos.
“Me puse a trabajar con las larvas de gorgojos porque ya había algunos reportes que indicaban que podrían servir para degradar bolsas hechas con hidrocarburos. En 2018 empecé con esta investigación y hemos obtenido resultados sorprendentes”; se comen la bolsa y no es necesario mezclarlas con ningún otro componente, afirmó.
En el laboratorio han comprobado que las consumen en pequeños cuadros, las pasan por su tracto digestivo y las digieren, beneficiándose de sus componentes.
“Hemos visto cómo aprovecha el carbón, generando la energía que requiere su metabolismo. También nos pareció formidable que defecan lo que no les sirve, igual que cualquier ser vivo. Hemos analizado el humus o composta para evaluar si hubo un cambio en la composición de las bolsas biodegradables, compostables, y sí hemos observado ligeros cambios”, abundó.
La también profesora del posgrado de Ingeniería Ambiental detalló que existen normas para evaluar si las bolsas son biodegradables o compostables y si contienen elementos tóxicos. Mediante su técnica, con una sola prueba pueden determinar esos parámetros.
Consiste en analizar lo que defecan y allí se estudian los componentes, incluso metales pesados. Primero estudiamos el artículo y después se lo damos a comer. Por lo regular no debe tener metales pesados, a menos que esté pintada con compuestos químicos, aunque la mayoría de las veces se utilizan colorantes biológicos, agregó.
En sus análisis de las heces de los gorgojos también han encontrado micronutrientes que sirven para las plantas. Después de efectuar los estudios, hemos sembrado allí semillas de pasto, cebada, tomate, rábano y germinan bien. El sustrato es muy bueno al igual que su apariencia, comentó.
Gorgojos vs. lombrices
La experta universitaria añadió que también trabajó con lombrices, pero observó: para que pudieran realizar el mismo proceso se requería moler las bolsas y mezclarlas con residuos orgánicos, pues de otra forma no pueden ingerirlas y se lastiman la piel y el intestino. Además, en sus heces es difícil diferenciar si hay compuestos peligrosos como metales.
La integrante de la Coordinación de Ingeniería Ambiental del II señaló que inició este tipo de estudios debido a la preocupación mundial que existe por estos desechos, ya que se estima que el tiempo medio del uso de una bolsa de plástico es de 15 minutos y, por lo general, no se le da más de dos usos. Se estima que sólo uno por ciento de estos artículos se recicla.
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