En acto póstumo en el Congreso

Xalapa, Ver., 11 de mayo de 2025.- Este domingo por la mañana, diputadas, diputados, distintos actores políticos, familiares y amistades llevaron a cabo un acto póstumo en memoria del exgobernador de Veracruz, Fidel Herrera Beltrán, quien falleció el pasado 2 de mayo en la Ciudad de México.
En el recinto oficial de sesiones del Palacio Legislativo, ante las cenizas del exmandatario, su hijo Javier Herrera Borunda, agradeció al presidente de la Junta de Coordinación Política de la LXVII Legislatura (Jucopo), Esteban Bautista Hernández, y a la gobernadora Rocío Nahle García, su sensibilidad y generosidad por brindar las facilidades para llevar a cabo este homenaje.
Integraron la primera guardia de honor los diputados Esteban Bautista Hernández, Carlos Marcelo Ruiz Sánchez, Héctor Yunes Landa, Adrián Sigfrido Ávila Estrada y Ramón Díaz Ávila, integrantes de la Jucopo, así como el subsecretario de Gobierno y exdiputado local, José Manuel Pozos Castro.
Además de Autoridades estatales y municipales, integrantes del gabinete legal del sexenio 2004-2010, representantes de sindicatos, excolaboradores, exdiputadas, exdiputados y impatizantes del exgobernador realizaron las guardias posteriores.
También hicieron acto de presencia las legisladoras Ana Rosa Valdés Salazar, Estefanía Bastida Cuevas, Mayra Angélica Amador Pérez, Roxana Barragán Hernández, Tania María Cruz Mejía, así como los diputados Urbano Bautista Martínez y Paul Martínez Marie.
El mensaje leído por el diputado Herrera Borunda, al hablar a nombre de él y sus hermanos Rosita y Fidel Herrera Borunda, helo aquí:
“Con la venia de las y los diputados y con la venia de todos los presentes…
En estos días, a través de las redes sociales, un video con un discurso de mi padre llegó hasta mí con una fuerza que no esperaba. Creo muchos de los aquí presentes lo han visto. En él, con ese ímpetu que siempre lo caracterizó, decía con firmeza:
“Lo planteo desde la fortaleza moral del ejemplo. Yo predico con el ejemplo. Le trabajo a Veracruz desde que me levanto hasta que me acuesto.”
Y no eran solo palabras… Era su verdad más profunda.
Mi padre se entregó en cuerpo y alma a su gente. Nació en una cuna humilde, enfrentó carencias, pero con una mente prodigiosa y una voluntad de hierro, convirtió cada obstáculo en un peldaño hacia la grandeza…
Su vida fue una lección de lucha, de entrega, de disciplina, de talento… y también de una suerte que él mismo se forjó. Como decía el filósofo de la cuenca, Cházaro Lagos: “La suerte está con quien sabe aprovecharla.” Su preparaciòn lo hizo estar a la altura de cada reto.
Ocurrente, simpático como buen cuencueño, culto y dicharachero, hizo del trabajo su pasión y su destino. Nunca olvidó de dónde venía ni los caminos difíciles que tuvo que recorrer. Por eso, siempre tuvo la mano extendida para quien lo necesitara. No importaba si eran operaciones, medicinas, muletas o simplemente un consejo: él respondía. Sin condiciones, sin distancias, sin demoras.
Desde muy pequeño ayudo a su madre a sacar adelante su hogar y ayudó a sus hermanos. Junto a mi madre, su gran compañera de vida, a quien hoy recuerdo también, construyó una familia donde nunca faltó amor ni enseñanzas. “Sé útil”, nos decía, “donde estés y a lo que te dediques, sé útil”.
Desde lo más básico del servicio público, así empezó…. y fue ascendiendo con el corazón por delante. Como diputado federal, su primera gran obra fue lograr que Nopaltepec tuviera una secundaria. Antes de eso, los niños tenían que caminar hasta otro estado para estudiar. El tuvo que caminar todas las semanas hasta Tuxtepec, Oaxaca para estudiar. Gracias a él, ninguna generación más tuvo que hacer ese sacrificio.
Eso era mi padre: resolver lo que parecía imposible, sin buscar reflectores, pero dejando huella. Siendo útil.
Lo llamaban “Tío Fide”, porque era cercano, querido, parte de la familia de todos. Nosotros, mis hermanos y yo, tuvimos el privilegio de llamarlo “Papá”. Gran dicha del destino.
Fue cuatro veces diputado federal, Senador de la República y gobernador de este gran estado. Gobernador del pueblo. Peregrino incansable. Siempre presente lo mismo en las altas montañas, que en la costa, en el Sotavento, que en la Huasteca. Lo mismo con los totonacas que con empresarios, obreros, pescadores o agricultores. Impulsando el deporte, la cultura, el campo, la salud, la educación… el desarrollo de Veracruz.
Ante el desastre natural era el primero en acudir, descalzo dirigía personalmente los esfuerzos de ayuda. Recuerdo que tras el huracán Karl, que entre otras cosas devastó Tlacotalpan, 52 días después la “joya del papaloapan” recibia de nuevo turistas, estaba reluciente y vibrante.
Bien decían que había diez Fideles, porque parecía estar en todas partes. Pero hoy lo sabemos: no son 10, somos miles los que seguimos fieles a su legado.
Nunca fue diputado local, pero aquí, en este recinto, el 1 de diciembre de 2004, juró servir a todo Veracruz… Y lo hizo con cada fibra de su ser.
Llegó a la gubernatura en medio de una elección altamente compleja, donde dos terceras partes del electorado habían elegido otra opción política. Pero con visión de Estado, con apertura, y sobre todo con trabajo —mucho trabajo—, tendió puentes con todos los partidos, con todos los sectores.
Gobernó para todos y todas, hacia el final de su mandato la aceptación social era casi total…. cercana al 80% por ciento. Junto con alcaldes de todas las expresiones, emprendió una gran acción transformadora en todo el territorio, una acción humanista adelantándose a su época. Los hechos están ahí: puentes, carreteras, escuelas, hospitales, distritos de riego, parques industriales…
Pero más allá de la obra pública, que es basta, hoy el pueblo le agradece su cercanía y su bondad.
Gracias a la generosidad de esta Legislatura, podemos rendirle un homenaje justo y profundo. Agradezco al profesor Esteban Bautista, presidente de la Junta de Coordinación Política, por su gestión, a los coordinadores de todos los grupos parlamentarios y a todas las diputadas y diputados. En especial, a mi hermano, el diputado Marcelo Ruiz, por su iniciativa y cariño fraternal.
Mención especial merece, con respeto y aprecio, la Gobernadora Rocío Nahle García: le pido a su representante personal, le haga llegar mi mensaje. Gracias por su amistad, su sensibilidad y su altura política.
Honrar el pasado, es darle sentido al presente y fuerza al futuro.
En nombre de mi familia, y de los hermanos de mi padre, gracias por este gesto que honra no solo a un hombre, sino a un pueblo entero.
Porque hoy, más que nunca, necesitamos recordar que la verdadera fuerza de Veracruz está en su gente, en su historia… y en el ejemplo de quienes, como mi padre, nos enseñaron que servir es el mayor acto de amor.
Pues bien, que su legado nos siga guiando. Que su memoria nos levante cuando flaqueamos. Que su vida nos inspire a ser mejores, a no rendirnos jamás, a ser útiles siempre desde donde estemos.
Para cerrar, les dejo estas palabras que pronuncio en esta misma tribuna en su ultimo informe de gobierno y reflejan su humildad:
“Si hubo aciertos son del gran equipo que me acompañó en el gobierno, si alguna falla o insuficiencia la asumo como propia, pero sobre todo, estoy seguro que ahora Veracruz es una solución para México, no un problema”
“Me voy con el orgullo del deber cumplido, seguiré sirviendo a Veracruz desde donde me encuentre”….
Yo digo. Que así es, sigues sirviendo.
Que la historia del “Tío Fide” siga latiendo con fuerza en cada rincón de Veracruz…
porque mientras haya un corazón dispuesto a servir, Veracruz será eterno.
Aplausos para Fidel Herrera Beltrán.
Gracias”.
Posteriormente, en la Catedral Metropolitana, se ofició una misa por el descanso de su alma.
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En portada: Javier Herrera Borunda, en el acto póstumo
En interiores: Marcelo Ruiz, Manuel Pozos, Javier y Rosita Herrera, Esteban Bautista y Fidel Herrera Borunda.
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