Especialistas analizaron a los grupos y cantantes de la
época que influyeron en el movimiento del 2 de octubre
Xalapa, Ver., 04 de octubre de 2018.- Durante los años sesenta, mientras en las aulas de los principales centros educativos del país se gestaba un fuerte movimiento social para exigir un alto a la represión y autoritarismo del aparato gubernamental, en las pantallas de los cines se proyectaba Rebelde sin Causa, en las estaciones de radio se programaban Rock and Roll y Blues, pero también música de protesta. Lo mismo se escuchaba a The Beatles, que a Elvis, los Teen Tops, Angélica María, Enrique Guzmán o Alberto Vázquez.
Lo anterior es parte de los productos culturales que consumían los jóvenes que participaron en el Movimiento Estudiantil de 1968 e influyó para que se concretara la ruptura generacional con una clase social caracterizada por un conservadurismo exacerbado, coincidieron el académico de la Universidad Veracruzana (UV) Germán Martínez Aceves y el músico Axel Juárez, en el conversatorio Contexto Histórico del 68 desde la perspectiva de la música.
En el evento, organizado por el Gobierno Municipal y la UV para conmemorar el 50 aniversario de los hechos históricos del 2 de octubre, en el Centro Recreativo Xalapeño (CRX), el también productor de radio Germán Martínez hizo un recuento de los cantantes que surgieron a partir de 1960 en México y otros países, quienes tomaron como bandera de lucha la música de protesta: “A partir de 1960 se dio un cambio social, pues los jóvenes consumían letras y contenidos musicales que no eran entendidos por los adultos”.
Fue cuando aparecieron en Estados Unidos las grandes bandas de Blues, música negra y Rock and Roll, que poco a poco penetraron en la sociedad. Se escuchaba a Elvis Presley, al tiempo que se producía películas con temáticas irreverentes como Rebelde sin Causa, protagonizada por James Dean, que marcaron a la juventud.
En México surgieron películas como Los Olvidados y Los Hijos de Sánchez, con historias reales de grupos minoritarios que luchaban contra el sistema gubernamental. Fueron años en los que emergió el movimiento Hippie y el Black Power, cuya filosofía adoptaron los estudiantes de clase media y alta que buscaban romper con los comportamientos de sumisión y “buenas costumbres”.
La juventud escuchaba a The Beatles, Miriam Makeba, Aretha Franklin, Massiel, Joan Báez, entre otros, cuyas producciones trasmitía Radio Capital y Radio Pantera, en la Ciudad de México.
Sobre la música en español –continuó Germán Martínez– se oía a Raphael, con su éxito Mi Gran Noche; a Rocío Durcal, con Amor en el Aire; a Los Teen Tops y su Confidente de Secundaría; a Los Crazy Boys, con La Pulga; Los Hooligans, con Despeinada; a Angélica María, con Yo que no vivo sin ti; a Enrique Guzmán, con Uno de Tantos; a César Costa, con La Chica Mala y a Alberto Vázquez, con 16 Toneladas.
Este contexto socio-cultural se contraponía con la ideología conservadora de las personas adultas, por lo que los estudiantes comenzaron a ser etiquetados como rebeldes y orquestadores de manifestaciones que no eran bien vistas por las autoridades.
El escritor y músico Axel Juárez expuso que a partir de 1960 surgieron cantantes y grupos representativos de la música de protesta, como medio de expresión ante la censura del Gobierno: “Eran un reclamo ante las condiciones políticas y sociales; se buscaba denunciar las injusticias”.
Algunos de los artistas emblemáticos eran Mercedes Sosa, Atahualpa Yupanqui, Silvio Rodríguez, Facundo Cabral, Caetano Veloso, Amparo Ochoa, Óscar Chávez, Gabino Palomares y Judith Reyes.
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